Hay miedos, lo sé, hay rencores, lo sé, hay frustraciones, lo sé, quítate todo, que de tu ropa me encargo yo.
Quítate los miedos que atormentan tu pasado y vive el hoy aquí presente en mi cama.
Quítate el rencor de aquel orgasmo fallido por mentiras y maltratos.
Quítate la frustración de sentir que desnudaste tu cuerpo a quien no lo merecía.
Quítate todo, que de tu ropa me encargo yo.
Te quitaré los miedos uno a uno por cada beso que te voy dando, te quitaré aquél momento amargo que llega a tu mente cuando sientes que ya hay mucha piel desnuda.
Te quitaré las pesadillas de un gemido mal usado, te quitaré la tentación a decir que no mientras tu garganta está atorada.
Dejemos que los cuerpos se fundan en un mar de deseos en el cual me quiero ahogar, dejemos que cada caricia haga de las suyas sin tener que dar indicaciones, dejemos que la noche tape nuestros pecados al sol, dejemos que las sábanas se llenen de nuestra pasión.
Muerde la almohada sé que lo necesitas, grita tan alto como puedas, no contengas el placer, sécame el sudor de la cara que gotea fuertemente sobre ti, domíname como un esclavo, hazme tu sirviente por esta noche, pon a prueba cada músculo de tu cuerpo jugando a ser contorsionista mientras yo entro y salgo rápidamente, llegando tan adentro de ti que sientas cosquillas en el alma, bañados en sudor no podemos gastar tiempo en recordar el pasado, tu pasado te enseñó que la piel paga las malas decisiones del corazón, mi pasado me enseñó que definitivamente estaba perdiendo el tiempo sin ti.
Hoy no hablemos de sueños, de promesas, metas o futuro, hoy hablemos de este sexo que en cada gemido se va pareciendo bastante a amor.
Deja que mis manos tapen cada grita que tengas, no importa lo rotas que estés, tengo un orgasmo para cada herida.
Deja que el placer recorra desde tus ojos hasta tus pies, haciendo escalas lujuriosas entre tus senos, deslizando cada pecado por tus caderas y terminando en un grito entrecortado lleno de miedos muertos e ilusiones por nacer.
Lléname de cada frustración que tengas, las convertiré en deseo, lléname de cada temor que tengas, los convertiré en ganas, solo cierra los ojos y salta de este avión, yo soy el paracaídas y te prometo que abriré.
Siente como lentamente la presión de tus oídos aumenta al sentir el roce constante de mi cuerpo dentro de las paredes que algún día ocultaron mucha nostalgia y hoy explotan en una lluvia de sentimientos muy diferentes entre ellos pero todos placenteros.
Siente como por tu garganta recorre el fluido que tan tontamente yo desperdicié en otros cuerpos que si bien no me enseñaron a amar, vaya que si me enseñaron a complacer y hoy tus ojos lloran de felicidad gracias a mi tan doloroso aprendizaje, placentero también, pero cuando el cuerpo vuelve en sí, los recuerdos de un orgasmo se ven nublados ante las decepciones de una vida cotidiana.
Arrópate en mi ser, siente como tus manos deslizan por mi sudor, siente como tus piernas tiemblan desde las nalgas hasta los pies, los cuales por cierto están de puntas sobre el suelo intentando no resbalar con los tantos líquidos que corren desde arriba.
Siente todo eso y ahora que lo vives e imaginas, olvida tus temores y dolores, mientras te quito la ropa.